miércoles, 14 de septiembre de 2011

UN PEQUEÑO HOMENAJE




Publicado originalmente en Vox el 9 de Enero del 2010.

La presencia de la muerte ha incidido de manera directa en la figura de mi padre, tras una vida de mucho trabajar, al final de los años la demencia senil y la enfermedad de Parkinson hicieron fuerte mella en su trajinado cuerpo.



El ultimo transitar como fenómeno humano natural y arquetípico, debe de cumplir con un tempo personal determinado ( en kairos el tiempo fuera del tiempo),así como deben darse nueve meses para el nacimiento de un niño igualmente debe darse un lapso natural de tiempo a fin de completarse la “coronación” como tan bellamente lo expresara Marie de Henezel. No puede considerarse la persistente pregunta: ¿Porque no se muere?



Algo definitivo, la etapa final en muchas ocasiones pareciera retrasarse ya que la persona pareciera pensar “que hay muchas cosas por hacer”,“mis familiares todavía me necesitan”, aquí es algo difícil de establecer limites y parámetros sin romper el sagrado paradigma del libre albedrío, sin embargo y esto fue un aprendizaje personal que me lego mi padre quizás si pudieran considerar dos aspectos para la coronación: Primero la existencia realista de familiares que necesiten de su existencia y/o sus cuidados, esto puede sonar muy definitivo para los cónyuges, pero aquí el extraordinario poeta Khalil Gibran me echara una mano:



“Entonces, Almitra habló otra vez: ¿Qué nos diréis sobre el matrimonio, Maestro?

Y él respondió, diciendo:

Nacisteis juntos y juntos para siempre.

Estaréis juntos cuando las alas blancas de la muerte espar­zan vuestros días.

Sí; estaréis juntos aun en la memoria silenciosa de Dios. Pero dejad que haya espacios en vuestra cercanía.

Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros. Amaos el uno al otro, pero no hagáis del amor una ata­dura.

Que sea, más bien, un mar movible entre las costas de vuestras almas.

Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebáis de una sola copa.

Daos el uno al otro de vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo.

Cantad y bailad juntos y estad alegres, pero que cada uno de vosotros sea independiente.

Las cuerdas de un laúd están solas, aunque tiemblen con la misma música.

Dad vuestro corazón, pero no para que vuestro compañe­ro lo tenga.

Porque sólo la mano de la Vida puede contener los cora­zones.

Y estad juntos, pero no demasiado juntos. Porque los pilares del templo están aparte.

Y, ni el roble crece bajo la sombra del ciprés ni el ciprés bajo la del roble.”



El otro requisito viene definido cuando el vivir se transforma en un penoso sobrevivir, fuertes dolores, escaras, serios problemas al comer y/o al excretar, problemas respiratorios etc. etc. la vida se transforma para el individuo ( y su familia ) en una dolorosa agonía en donde la calidad de vida eventualmente desaparece por completo.



Una vez que parecieran estar presentes estos parámetros, los pacientes son muy discretos y aun así no se iran sin nuestro permiso, por lo que hay que hablarles de manera delicada y discreta y agradeciéndoles todo lo hecho en la vida y luego explicarles que tiene permiso para irse “Todo ya esta hecho” “Los que quedamos somos gente grande”, caso particular implica la presencia de infantes muy allegados al paciente, habría entonces que seducir/convencer de que quedaran en buenas manos.



De todas maneras nunca olvidemos que no existen dos “coronaciones “ iguales, y que todo, en un proceso personal en donde el tiempo no se mide por los parámetros cuantitativos sino de etapas cualitativas.



Chao chiquito, ve en luz hacia la luz. Gracias y hasta la proxima vez.



Taonadamente.



Andrés Sanz



Cefnm11@yahoo.es

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